miércoles, 9 de marzo de 2011

el Empirismo !!!

EL EMPIRISMO

    
  Empirismo proviene del término griego έμπειρία; la traducción latina es experientia, de la que se deriva la palabra experiencia.
«Empírico» en la Antigüedad clásica, tanto para los griegos como para los romanos, se refiere a médicos, arquitectos, artistas y artesanos en general que consiguen sus habilidades de la experiencia dirigida hacia lo útil y técnico, en contraposición al conocimiento teórico concebido como «contemplación de la verdad» al margen de cualquier utilidad.[1]
En filosofía el «empirismo», como denominación de una Escuela o forma de pensar, surge en la Edad Moderna como una tendencia filosófica que se desarrolla sobre todo en el Reino Unido y suele considerarse en contraposición al llamado racionalismo más característico de la filosofía continental.
Es una teoría del conocimiento que enfatiza el papel de la experiencia, ligada a la percepción sensorial, en la formación de los conceptos. El conocimiento encuentra su validez en su relación con la experiencia; significa que la experiencia es la base de todos los conocimientos no solo en cuanto a su origen sino también en cuanto a los contenidos del mismo. Se parte del mundo sensible para formar los conceptos y éstos encuentran en lo sensible su justificación y su limitación. Respecto a losconceptos universales continúan la crítica nominalista ya iniciada en la BajaEdad Media.
Para el empirismo científico puro el método de la ciencia es la inducción y la ciencia ofrece una verdad probable.
En filosofía de la ciencia, el empirismo justifica la posibilidad de la validez de las teorías a través del experimento, en relación con la experiencia posible. Es requerimiento fundamental del método científico, que las hipótesis y teorías deben proporcionar la posibilidad de ser justificadas mediante la observación experimental.
Hoy día la oposición «empirismo-racionalismo», así como «analítico-sintético», no suele entenderse de un modo tajante, como lo fue en tiempos anteriores, y más bien una u otra...




 Existe una debate entre empiristas y racionalistas desde, al menos, eso que se denomina “la Antigüedad”, la Antigüedad griega en concreto. Los empiristas han creído, y siguen creyendo, que todo conocimiento proviene de los sentidos y que, además, debe ser verificado por esos mismos sentidos. Los racionalistas -al menos los que son considerados como tales en oposición los empiristas puros- sospechan de la capacidad de los sentidos para acceder a lo real, hasta el punto de que algunos, como Platón, acusarán a esos sentidos de engañosos (carceleros).
        Al ocuparnos de la palabra “cerebro” [Véase] tuvimos que considerar la hipótesis de que eso que suponemos que es nuestro cerebro no reciba lo que entendemos propiamente como realidad (“realidad exterior”), sino que, en cierto modo, la fabrique; eso sí: al servicio de algo “real” que, por ejemplo Humberto Maturana, denomina “sistema viviente”.
        Antes de mostrar lo que experimento en mi conciencia cuando lo que supongo que es mi mente es tomado por la palabra ”empirismo”, creo que puede ser muy útil hacer un recorrido por los siguientes temas:
        1.- Aristóteles versus Paltón. ¿Nacemos sabiéndolo todo ya… o no sabiendo nada en absoluto?
        2.- Locke. A las ideas complejas no les corresponde nada real. Sólo hay una idea compleja que sí tiene equivalente en la realidad exterior a nuestro entendimiento: la idea de “substancia” (el soporte material de cualidades). Pero Locke admitió, sin darse cuenta, la existencia de otras muchas ideas complejas: la idea de que existen ideas simples y complejas; la idea de que existe un entendimiento -una mente- que capta realidades exteriores a la suya, etc.
        3.- Berkeley. Estamos ante uno de los filósofos más brillantes que nos ofrece la narración canónica de la historia de la Filosofía occidental. Se propuso refutar a Locke con esta obviedad (obviedad al menos entre los empiristas): sólo existe percepción, nada más. No podemos ir más allá. La materia es nuestra mente, y nuestra mente es como un teatro en el que Dios despliega su imaginación (sus obras de arte en definitiva).
        4.- Hume. Hace casi veinte años quise iniciar una tesis doctoral a partir de lo que me parece un evidente error de este filósofo. Hume afirmó que el ser humano recibe impresiones (impactos sensitivos) del exterior, no ideas. Y que las ideas son los recuerdos de esas impresiones. Pero no problematizó Hume el dogma (muy empirista por cierto) de la pluralidad de impresiones. Para hablar de impresiones en plural antes ha de haberse instalado, dogmáticamente, un sistema de universales en el entendimiento humano. Kant afirmó que Hume le había despertado del sueño dogmático. Eso es imposible. No se puede despertar del sueño dogmático, al menos si se quiere seguir viviendo (soñando, es lo mismo). En algún cosmos (subyugado por algún Logos) hay que vivir.
        5.- Empirismo lógico. El Círculo de Viena. La fe en la verificación por los sentidos compartidos tribalmente. La demonización de la Metafísica (de otras metafísicas en realidad).
        6.- El ”empirismo radical” de William James. Merecen ser leídos los Essays in Radical Empiricism, editados y publicados póstumamente por Ralph Barton Perry en 1912. En esa obra encontramos una legitimación de todo tipo de experiencia. Es oportuno relacionar esta forma de empirismo el que el propio James sugiere en Las variedades de la experiencia religiosa.


el Racionalismo !!!

EL RACIONALISMO


El término “racionalismo” tiene un significado muy amplio: en general, llamamos racionalista a toda posición filosófica que prima el uso de la razón frente a otras instancias como la fe, la autoridad, la vida, lo irracional, la experiencia empírica, ... Es racionalista todo aquél que cree que el fundamento, el principio supremo, es la razón. Junto con ello, cabe ser racionalista en relación con un género de cuestiones y no serlo en relación con otro: por ejemplo se puede reivindicar la necesidad del ejercicio de la razón en política y rechazarlo en religión.
Pero el término “racionalismo” se usa comúnmente en la historia de la filosofía para designar una cierta forma de fundamentar el conocimiento: cabe pensar que el conocimiento descansa en la razón, o que descansa en la experiencia sensible; así, puesto que valoraron más la razón que los sentidos, podemos llamar a Parménides, Platón y Descartes racionalistas; y podemos decir que Aristóteles, Santo Tomás y, por supuesto, Hume, tienden al empirismo, dado el valor que dieron a la experiencia sensible o percepción.
Sin embargo, a pesar de que pueda recibir distintas acepciones y aplicarse en esferas distintas, el término “Racionalismo” se utiliza primordialmente para referirse a la corriente filosófica de la Edad Moderna que se inicia con Descartes, desarrolla en la Europa continental con Spinoza, Malebranche y Leibniz, y se opone al empirismo que en esta misma época tiene éxito en las Islas Británicas.

Los rasgos que mejor caracterizan al racionalismo moderno son los siguientes:

1. La tesis de que todos nuestros conocimientos acerca de la realidad proceden no de los sentidos, sino de la razón, del entendimiento mismo.

2. El conocimiento puede ser construido deductivamente a partir de unos primeros principios.

3. Los primeros principios del conocimiento no se pueden extraer de la experiencia empírica sino que se encuentran ya en el entendimiento: el innatismo de las ideas.

4. Consideración de la deducción y más aún de la intuición intelectual como los métodos más adecuados para el ejercicio del pensamiento.

5. La consideración de la matemática como ciencia ideal.

6. Reivindicación del argumento ontológico para la demostración de la existencia de Dios.

7. La apreciación optimista del poder de la razón, ésta no tiene límites y puede alcanzar a todo lo real.



Racionalismo filosófico abarca varias líneas de pensamiento, todos los cuales por lo general comparten la convicción de que la realidad es realmente de naturaleza racional y que el buen hacer deducciones es esencial para el logro de conocimientos.
Esa lógica deductiva y la utilización de procesos matemáticos proporcionar el jefe de herramientas metodológicas.
De este modo, el racionalismo ha sido a menudo se celebró en contraste con el empirismo.
A principios de las formas de racionalismo se encuentran en la filosofía griega, sobre todo en Platón, que sostuvo que el uso adecuado de las matemáticas y razonamiento es preferible a la metodología de las ciencias naturales.
Este último no es sólo por error en muchas ocasiones, pero el empirismo sólo puede observar los hechos en este mundo cambiante.
Deductivo de la razón, Platón creía que se podía extraer el conocimiento innato que está presente en el momento del nacimiento, derivados del reino de las formas.
Sin embargo, el racionalismo es más a menudo asociados con la Ilustración filósofos como Descartes, Spinoza y Leibniz.



El racionalismo fue la piedra fundacional de la filosofía occidental y reinó con diversos matices y énfasis hasta épocas recientes.

Admite la existencia en el individuo de principios de conocimientos evidentes. Da prioridad a la razón como facultad del conocimiento, respecto de los sentidos. Bajo la óptica de ese sentido estricto se opone al empirismo que incorpora a la experiencia como fuente del conocimiento.

En su expresión más pura, fue la base de la filosofía occidental hasta la disolución del sistema hegeliano. A partir de ese momento aparecen sistemas que ponen en duda la capacidad de la razón para obtener ideas o representaciones adecuadas de las cosas. Estas nuevan tendencias no ponían en duda a la razón por sí misma, sino que intentaban explicar que existen otras instancias inconscientes que permiten obtener las ideas o sus representaciones. Dichas instancias pueden ser sociales, psíquicas o lógicas.

El sistema racionalista se basaba en la idea que sólo la razón por sus solos medios y sin la ayuda de instancias trascendentes o la experiencia permiten obtener el conocimiento de las cosas.

Desde esa perspectiva, tiende a considerar que los conceptos de la razón son universales y necesarios, poseen un carácter innato o constitutivo y su universalidad y necesidad provienen de que no se inicien de ninguna experiencia particular.

Existieron algunas variantes:

  • Racionalismo metafisico: encuentra un carácter racional en la realidad y considera que el mundo está ordenado lógicamente y sujeto a leyes.
  • Racionalismo gnoseológico o epistemológico: considera a la razón independiente de la experiencia y fuente de todo conocimiento verdadero.
  • Racionalismo ético: resalta la importancia de la racionalidad en lo referente a la acción moral.
En la filosofía griega predominó un racionalismo metafísico. La Edad Media se caracterizó por el intento de lograr el perfecto equilibrio entre fe y razón. Descartes llegó a la máxima racionalización de la realidad.








el pragmatismo !!!

EL PRAGMATISMO


El pragmatismo es la doctrina filosófica desarrollada por los filósofos estadounidenses del siglo XIX Charles Sanders Peirce, William James y otros, según la cual la prueba de la verdad de una proposición es su utilidad práctica; el propósito del pensamiento es guiar la acción, y el efecto de una idea es más importante que su origen. El pragmatismo fue la primera filosofía de Estados Unidos desarrollada de forma independiente. Se opone a la especulación sobre cuestiones que no tienen una aplicación práctica. Afirma que la verdad está relacionada con el tiempo, lugar y objeto de la investigación y que el valor es inherente tanto por sus medios como por sus fines. Fue la manera dominante de abordar la filosofía en los Estados Unidos durante el primer cuarto del siglo XX.
El filósofo y pedagogo estadounidense John Dewey desarrolló el pragmatismo dentro de una nueva perspectiva teórica, el instrumentalismo. El pensador británico Ferdinand Canning Scott Schiller y el matemático francés Henri Bergson contribuyeron a la evolución del pragmatismo. Como el antiguo utilitarismo, el pragmatismo plantea una metodología para la evolución de las ciencias naturales.
El pragmatismo consiste en reducir "lo verdadero a lo útil" negando el conocimiento teórico en diversos grados; para los más radicales sólo es verdadero aquello que conduce al éxito individual, mientras que para otros, sólo es verdadero cuando se haya verificado con los hechos.
"El intelecto es dado al hombre, no para investigar y conocer la verdad, sino para poder orientarse en la realidad. El conocimiento humano recibe su sentido y su valor de este su destino práctico. Su verdad consiste en la congruencia de los pensamientos con los fines prácticos del hombre, en que aquellos resulten útiles y provechosos para la conducta práctica de éste."
En general, para las diversas formas de pragmatismo, la verdad radica en la utilidad y en el éxito, por lo tanto, todo conocimiento es práctico si sirve para algo, si es posible de realizar.
CONTEXTO HISTÓRICO
El fundador del pragmatismo es el filósofo norteamericano William James, del cual procede el mismo nombre "Pragmatismo".
La frecuentación de los medios académicos alemanes, el estudio de los sistemas de Kant, de Fichte y de Hegel constituyen datos puramente objetivos en la formación de James.
Otro precursor del pragmatismo fue Federico Nietzsche, quien dice: "la verdad no es un valor teórico, sino también una expresión para designar la utilidad." Y según él, sirve para designar el poderío.
Esbozos de pragmatismo podemos ver de manera indirecta y en los comienzos de la filosofía, en los sofistas, quienes con interés de educar o de instruir a las gentes, lo hacían esperando una remuneración, y para ello empleaban la palabra.
Los sofistas enseñan un saber de cara a la vida pública: educan para hacer política en el ágora, para hacer triunfar su opinión en las discusiones, para defenderse en los juicios. La función del conocimiento es buscar el éxito en la vida política, y por esto, tiene pues, un sentido pragmático.












el criticismo !!!

EL CRITICISMO

La Filosofía moderna se caracteriza por su reflexión sobre la ciencia y el método con la intención fundamental de crear las bases de la nueva ciencia. En el inicio de esta época surgieron dos corrientes filosóficas conocidas como Racionalismo Empirismo. A través de sus posturas intentaron justificar el conocimiento científico por medio de la razón o la experiencia; sin embargo, la etapa de madurez del pensamiento moderno surge con el Criticismo que pone en duda la posibilidad misma de la ciencia con el afán de encontrarle un fundamento



Este criticismoKant lo desarrolla con la firme intención de resolver los antagonismos que habían surgido de dos autores anteriores, Descartes y HumeDescartes por un lado crea el Dogmatismo racionalista, quienes procuraban obtener resultados certeros en una experimentación basándose únicamente en sus principios innatos de la razón y sobre todo de las ideas, sin imponerse siquiera una autocrítica. De más está decir que rechazaban de plano el conocimiento obtenido de propias experiencias, ya que confiaban en demasía en su razón.
Pero por otro lado, el escepticismo o empirismo radical de Humeprocuraba basarse únicamente en las experiencias pero este dogma le habían imposibilitado llegar a resultados universales y verídicos pasando a ser meras suposiciones y probabilidades.
Kant estudiaría estas dos escuelas filosóficas e intentaría llegar a una forma que las conjugue a las dos en una sola teoría, limando asperezas entre ambas. De esa forma nace el criticismo kantiano, influenciado por ambos autores y logrando crear una teoría que supere a las dos planteadas por sus antecesores.
¿A qué conclusión llego Kant entonces? A la siguiente definición: “Aunque todo conocimiento ha de provenir de la experiencia, sin embargo no todo conocimiento se agota en ella, ya que si no, no obtendríamos nunca certezas con carácter universal y necesario“.
El filósofo se basa en la diferenciación de dos afirmaciones o juicios, el analítico y el sintéticoKant señala que el juicio analíticoes aquel que puede realizarse de manera universal que no tiene ninguna relación con la experiencia. Es decir que puede realizar un análisis por pura razón innata y con un mínimo de conocimiento, basándose en lo que sería algo, digamos, “obvio“.
Por otro lado, tenemos los juicios sintéticos que son los que terminan aumentando el conocimiento de una persona, pero para ello es inevitable que debamos partir de la propia experiencia sobre un hecho particular. Es decir que este juicio es a posteriori de la experimentación y no a priori como sería el juicio analítico.
De aquí que el problema de la ciencia para Kant la defina como la fundamentación de validez universal los que pueden realizarse sin ninguna relación con la cantidad enumerada de los hechos constatados, es decir, de los juicios sintéticos a priori.
De aquí derivan las formas a priori, que son las propiedades del intelecto que permiten conocer, y comprender lo siguiente es, creo, lo más complejo en las doctrinas de Kant. El filósofo cree que no existe nada en la inteligencia que no se origine en la experiencia, pero al mismo tiempo no todo el contenido de ese conocimiento proviene de la misma forma.
La definición más clara sobre esto sería: “lo conocido es el resultado de la aplicación de las facultades del intelecto al objeto del conocimiento“. Es decir que todo lo que se conoce proviene en parte del objeto conocido, pero al mismo tiempo se alimenta de la estructura de la inteligencia que conoce, relacionando así las dos corrientes de Descartes y Hume en una sola idea, el idealismo subjetivo. De aquí que nuestro conocimiento sobre algo es el resultado de lo que ya sabemos sobre ese objeto empleando la razón, y lo que conocemos luego a través de la experiencia.
Es verdad, no es un tema sencillo de comprender ya que aquí se abarcan años de estudio de Kant, pero a grandes rasgos está clara la idea que intentó plantear el filósofo y si lo analizamos más profundamente intentando poner ejemplo sencillos, nos daremos cuenta que su doctrina aún hoy la empleamos. Para ejemplificar esto hay dos expresiones que nos pueden ayudar.
Una es “un animal es carnívoro“. Por una cuestión lógica con un mínimo de conocimiento, sabremos al instante que todo aquel animal que come carne es carnívoro, por lo que no estaremos agregando absolutamente nada nuevo al conocimiento que ya tenemos del asunto.
¿Pero que pasa si decimos “ese animal está enfermo“? Sí sabremos que no actúa de la misma forma que de costumbre y por ello aducir esa idea, pero si no conocemos algunas cosas no podríamos darnos cuenta, por ejemplo, si no está cansado, por ejemplo. Esta afirmación, no está contenida en lo que son las nociones del sujeto, por lo que la experiencia es lo que nos servirá en este momento.
Para quienes deseen continuar estudiando el criticismo de Kant, aquí les dejo enlaces para que descarguen los dos libros que comprenden esta doctrina, presionando encima de ellos se les abrirá un nuevo enlace donde está contenido el texto en cuestión: el primero es Crítica a la Razón Pura y el segundo es Crítica del Juicio.




el subjetivismo !!!

EL SUBJETIVISMO

Subjetivismo es: "Toda teoría del conocimiento donde el carácter de verdad se hace dependiente en una forma o, en otra, de la constitución del sujeto que conoce [...] Toda teoría que pueda afirmar que lo que es verdad para un sujeto puede no serlo para otro."
El subjetivismo en general es la reducción de toda verdad y moralidad a la individualidad psíquica del sujeto particular, siempre variable e imposible de trascender, sin posibilidad alguna de validez de una verdad absoluta universal. El subjetivismo limita la validez de la verdad al sujeto que conoce y juzga.
El relativismo, se asemeja mucho al escepticismo, pues tampoco admite ninguna verdad absoluta, que tenga validez universal: "Pero mientras el subjetivismo hace depender el conocimiento humano de factores que residen en el sujeto cognoscente, el relativismo subraya la dependencia de factores externos. Como tales considera la influencia del medio, del espíritu, del tiempo, la pertenencia a un determinado círculo cultural y los factores determinantes contenidos en él."
Concepto general. Derivado de subjetivo, de lo referente al sujeto (latín subiectum, lo que está debajo), s. significa, etimológicamente, el primado de lo subjetivo, la primacía de lo que se refiere al sujeto. La conexión entre sujeto y s. hace que los diversos sentidos en que puede ser considerado aquél lleven consigo diversos sentidos de lo subjetivo y de lo que puede llamarse s., en paralelo con lo que ocurre con objeto (v.) y objetivismo (v.). Dejando de lado el sujeto lógico (v. SUJETO, I), o sujeto de un juicio, el sujeto real u ontológico puede considerarse entitativamente, como un ente existente, y operativamente, como un ente que actúa o realiza determinadas operaciones. Entitativamente, un sujeto es una sustancia o naturaleza individual, o dicho de otra forma, una esencia sustancial existente; con lo cual lo subjetivo viene a ser lo sustancial; y s. equivaldría en cierto modo a sustancialismo (v. SUBSTANCIA, I, e). Este sentido entitativo es el predominantemente estudiado en la filosofía clásica, desde Platón y Aristóteles, a lo largo de la Antigüedad y Edad Media. Así, el esse subiectivum se contrapone al esse obiectivum; el primero comprende las propiedades de las cosas en sí mismas consideradas, el segundo las propiedades de las cosas en cuanto conocidas o en cuanto objetos de conocimiento (S. Tomás, Sum. Th. 1 q29 a2; Duns Escoto, Opus oxoniense, II, d3 q6 n° 8, y O. super libros Aristoteles De anima -de dudosa autenticidad- 17,14; Ockham, Super quattuor libros sententiarum, I, d2 q8E). Pero si en lugar de considerar al sujeto entitativamente se le considera operativamente, el sujeto es un principio de operaciones; y, en el caso del sujeto racional o persona humana, las operaciones que lo especifican (es decir, que le distinguen de los sujetos no racionales) son las del entendimiento y de la voluntad. Operativamente, entonces, sujeto es el cognoscente y volente; con lo cual lo subjetivo es lo perteneciente al sujeto en este sentido, lo conocido y querido individualmente; y s. equivale a una teoría cognoscitiva y ética que da la primacía a lo conocido y querido individualmente y al individualismo (v.) en general. Este sentido operativo es el más, y a veces el únicamente, estudiado en muchos filósofos modernos, especialmente a partir de A. Baumgarten (1714-62), N. Tetens (17361807) y Kant (v.; 1724-1804). Así el esse objectivum pasa a significar las propiedades de las cosas en sí consideradas; el esse subiectivum las propiedades de las mismas en cuanto conocidas, en cuanto están en el sujeto cognoscente. Y este sentido de lo objetivo y subjetivo es el más generalmente usado, a partir de Kant, en la terminología filosófica, y también en el lenguaje ordinario (v. SUJETO, 3). Por ello, podemos decir que s. significa la primacía de lo que se refiere al sujeto cognoscente, el primado del yo sobre las cosas, sobre los objetos del mundo exterior. Tal es también su significado vulgar en el lenguaje ordinario actual; se dice que es «subjetiva» la actitud del que no juzga y aprecia las cosas y los acontecimientos como son en sí, sino que pretende imponer su modo peculiar de juzgarlas y apreciarlas. Así, el s. viene a ser una forma de escepticismo (v.) y de relativismo (v.), con los mismos o parecidos defectos fundamentales de éstos, aunque tengan raíces a veces algo diferentes. Aunque es difícil dar una definición precisa que abarque todas las formas del s., podemos considerarlo como aquella doctrina que afirma la dependencia funcional de los objetos y de los juicios de valor respecto del sujeto cognoscente. Analizando esta definición, tenemos:1) El subjetivismo es una dependencia funcional; todo s. es, fundamentalmente, una postura gnoseológica (v. GNOSEOLOGÍA); en la relación cognoscitiva sujeto-objeto, cabe acentuar el papel activo de uno u otro; en el primero de los casos, nos encontramos ante el s.; en el segundo, frente al objetivismo (v.). Para el subjetivista, la primacía en el conocimiento correspondería al sujeto, y por ello puede decirse que el conocimiento depende, de modo primordial, de él; en consecuencia, también el objeto, por su menor capacidad activa en el conocimiento, queda dependiente del sujeto. Mas esta dependencia se caracteriza por su funcionalidad; es decir, que el conocimiento obtenido depende, en su estructura y contenido, de la estructura y de los contenidos del sujeto. El sujeto sería, dentro de la función, la variable independiente; el conocimiento del objeto, la variable dependiente; al variar la estructura de la primera, variará la de la segunda. La mente humana en el conocimiento especulativo se comporta como un espejo (speculum); pero, frente a la tesis objetivista, en la que la mente es siempre, universal y necesariamente, como un espejo plano, que fielmente refleja lo real, para el s. el espejo mental sería variable, ya plano, ya cóncavo, ya convexo, de forma que el objeto reflejado, es decir, conocido, depende funcionalmente de la estructura del sujeto. 2) De los objetos; esta dependencia del conocimiento respecto del sujeto puede recaer en la esfera del ser o del valer; en el primer caso estamos ante un s. ontológico, en el que es el ser, ya en su casi plena totalidad -p. ej., en el solipsismo, como se verá más adelante-, ya en un ámbito más restringido, el que se funcionaliza con relación al sujeto cognoscente. 3) O de los juicios de valor; es la segunda de las grandes formas que puede adoptar el s., en la que es el juicio formulado sobre el valor de las cosas el que se hace depender del sujeto que conoce; se trata de un s. de tipo axiológico. 4) Respecto del sujeto cognoscente. La determinación de cuál sea el sujeto en el s. es tarea nada fácil. En primer lugar se ha de distinguir entre el sujeto trascendental y el sujeto empírico (v. SUJETO, 3); en cuanto al primero, sólo muy impropiamente puede considerarse como el sujeto a que se refiere el s.; es más, todas las filosofías basadas en el análisis del sujeto trascendental son un intento de superar el s. y el relativismo que lleva consigo; por ello, en modo alguno puede encuadrarse en dicha doctrina el neokantismo (v. KANTISMO) o la filosofía fenomenológica de Husserl (v.). Únicamente han de considerarse como subjetivistas aquellas concepciones que entienden por sujeto al sujeto humano individual -la forma más rigurosa del s.- o al sujeto humano específico, la especie humana -una manifestación algo más paliada del mismo-. 2. Tipos de subjetivismo. Puede distinguirse entre un subjetivismo ontológico, íntimamente ligado al idealismo, en el que la función subjetivizadora del sujeto se enfoca hacia la misma estructura del ser real; un subjetivismo lógico, referente a la estructura de las leyes reguladoras del pensamiento; y un subjetivismo axiológico, que versa sobre el valor. a. Subjetivismo ontológico, de raíz idealista. Sin que se identifiquen el idealismo y el s., ya que hay formas de idealismo que no pueden considerarse como subjetivistas, es indudable que el llamado «principio de inmanencia» (v.), base de todo idealismo, y según el cual todo objeto de conocimiento se reduce a representación o idea, puede desembocar, y de hecho así ha sucedido, en una concepción subjetivista del conocer y de los seres reales, para la que lo real, en un ámbito mayor o menor, según los casos, se reduce a mera afección del sujeto cognoscente. De esta manera se ha producido una progresiva subjetivización de la realidad en el seno de la corriente idealista, de raíz empirista o racionalista, que más o menos a partir de Descartes desemboca en el mar del idealismo decimonónico (v. RACIONALISMO; IDEALISMO).







el relativismo !!!

EL RELATIVISMO



 Hay dos teorías filosóficas opuestas ante la verdad y que han sido defendidas de forma reiterada a lo largo de la Historia de la Filosofía: el objetivismo y el relativismo. El objetivismo mantiene la idea de que la verdad es independiente de las personas o grupos que la piensan o formulan (verobjetivismo). Por el contrario, el relativismo considera que la verdad depende o está en relación con el sujeto, persona o grupo que la experimenta. Es preciso tener cuidado con la definición del relativismo, así, por ejemplo, no es relativismo aceptar que existen muchas opiniones acerca de las mismas cosas, esto es obvio y nadie lo ha negado. El relativismo aparece cuando a continuación decimos que dichas opiniones son verdaderas si a las personas que las defienden les parecen verdaderas. El relativismo mantiene que existen muchas verdades acerca de las cosas, al menos tantas como personas creen tener un conocimiento de ellas.

      Hay varias razones que permiten comprender porqué muchos filósofos consideran adecuado el relativismo. Se pueden destacar las siguientes:
  • la influencia de elementos físicos, psicológicos, o culturales en las creencias de las personas;
  • la observación de las muchas ideas o concepciones que tienen los distintos grupos o culturas;
  • la observación del cambio de ideas a través del tiempo.
      Todo ello puede favorecer la convicción de que realmente es imposible dejar de lado la subjetividad en la adquisición de la verdad y de la concepción del mundo.
      No hay que confundir dos teorías muy próximas pero distintas, el relativismo y el escepticismo: el escéptico afirma que no cabe conocimiento alguno, el relativista que sí es posible el conocimiento pero que éste es relativo a las personas y que por lo tanto pueden existir muchas verdades respecto de las mismas cosas.
      Cabe ser relativista en relación a ciertos géneros de realidades y objetivista respecto de otras. Por ejemplo, muchas personas parecen aceptar puntos de vista relativistas respecto de los valores morales, pero no respecto del conocimiento del mundo físico.
      Para una mayor claridad de este punto de vista puede ser útil la siguiente clasificación.    





el escepticismo!!!

EL ESCEPTICISMO


Aunque actualmente con la palabra escéptico muchas veces se hace referencia a una persona que no cree en nada, que es pesimista, esta no es la definición correcta o académica. Al analizar la etimología de esta palabra encontraremos que más que "el que no cree" es "el que duda, que investiga". Los escépticos usualmente no creen en una verdad objetiva, porque para ellos todo es subjetivo, dependía del sujeto y no del objeto.
Por ejemplo un escéptico diría siento frío pero no hace frío, ya que él sólo puede saber que él tiene frío o calor. A esta postura de no emitir juicios, sino exclusivamente opiniones, se la llamó suspensión de juicio.
Esta actitud los llevaría a la paz del alma porque, al no creer en nada, no entraban en conflictos con nadie y no se veían obligados a defender sus opiniones ya que, para ellos, no existían verdades objetivas.
Causas que provocaron la aparición del escepticismo:
La diversidad y oposiciones de los sistemas, como los de DemócritoEmpédoclesPlatón, etc. que crean abstracciones y dudas. La influencia en la política exterior de hechos como la muerte de Alejandro Magno y la diversidad en las costumbresreligiones e instituciones de las ciudades.

Pirrón fue el creador del escepticismo. Un gran viajero que conoció muchas culturas con los ejércitos de Alejandro Magno, cosa que le permitió dudar de las verdades evidentes y tradiciones de su cultura. Se dice que Pirrón llevó al extremo la suspensión de juicio, hasta el punto de sacarse las cuerdas vocales.
Otro importante escéptico fue Sexto Empírico, autor de Esbozos Pirrónicos. En esta obra sostiene que en la vida práctica hay que seguir:
  • Las señales que aporta la naturaleza
  • Las necesidades del cuerpo
  • Las tradiciones y las leyes
Timón el Silógrafo continuó la tradición escéptica poniendo en duda las ideas aristotélicas, dudando incluso de los primeros principios de la deducción aristotélica.
Sin embargo, el sistema socrático de hipótesis y deducciones nunca fue puesto en duda por los escépticos, aunque se ganaron fama de desbaratadores y perdieron popularidad al luchar contra los ritosleyendas y supersticiones arraigadas.
Durante el siglo I a. C. el escepticismo volvió a cobrar importancia paulatinamente hasta Luciano de Samosata y Sexto Empírico, que representan a los últimos escépticos clásicos.
Hasta el Renacimiento, con la figura del creador del género ensayísticoMichel de Montaigne, y concretamente hasta que el médico Francisco Sánchez escribió una obra fundamental,Quod nihil scitur (Que nada se sabe), el escepticismo no fue tomado como una hipótesis válida para indagar en la verdad, de forma tal que constituyó el fundamento primero deDescartes y su duda metódica, con la cual el escepticismo vuelve paulatinamente a cobrar importancia hasta el Siglo de las luces donde impregna todo el pensamiento ilustrado.
A mediados del siglo XIX, el Romanticismo ya domina la sociedad y reclama para sí todo un modo de vida menos analítico, más evocativo donde se pueda mezclar realidad y fantasía.

[editar]El escéptico

Escéptico es alguien que profesa duda o está en desacuerdo con lo que generalmente está aceptado como verdad. La palabra "Escéptico" viene del griego skeptikoi (de skeptesthaique en griego significa examinar), el nombre dado a los seguidores del filósofo griego Pirrón.
Pirrón profesó una doctrina que abandonaba el juicio y creía que no había nada verdadero o falsobueno o malohereje o sagrado. Pirrón estaba en contra del pensamiento dogmático. Pirrón no dejó nada escrito, pero a él se le atribuyen frases como:
  1. Nunca llegarás a conocer la verdad.
  2. No digas "Así es", sino "Me parece que es".
  3. La diversidad de opinión existe entre sabios igual que entre ignorantes. Cualquier opinión que yo tenga puede ser repudiada por personas igual de listas y preparadas que yo, y con argumentos tan válidos como los míos.






el dogmatismo!!!



EL DOGMATISMO


Dogma, dogmático, son palabras que se asocian inequívocamente al ámbito religioso. Esta relación es muy adecuada, porque en este sentido, los dogmas son considerados dentro de muchos credos, como declaraciones de la palabra divina, sagrada y certificada por el cuerpo doctrinario oficial. Los fieles aceptan los dogmas doctrinarios como un claro acto de fe, excluyendo así lo dogmático del terreno de toda ciencia y filosofía. Sin embargo, el sentido filosófico de estos términos, posee un matiz sutilmente diferente.
Existe una explicación para esta asociación entre dogma y religión. En sus orígenes, el término dogma significó “oposición”, se trataba pues de una opinión filosófica referida a los primeros principios. De allí que luego el término se asociara como una referencia a “principios doctrinarios”.
Así, los filósofos que insistían enfáticamente en los “principios” terminaban por no prestar atención a los hechos o a los argumentos que pudieran poner en duda tales fundamentos. Esos filósofos solían dedicar su actividad a la afirmación, esto es, no desarrollaban el análisis crítico. Recibieron pues, el nombre de “dogmáticos” a los que se contrapuso a los “escépticos”.
Actualmente, el dogmatismo puede comprenderse en tres sentidos:

1. Realismo ingenuo: en este caso, se admite únicamente la posibilidad de conocer las cosas en su ser en sí, sino también la efectividad de este conocimiento en el trato diario y directo de las cosas. En rigor, este tipo de realismo no existe dentro de la filosofía, sino que refiere específicamente al conocimiento vulgar.

2. Confianza doctrinaria: se entiende como la confianza absoluta en una doctrina en especial.

3. Ausencia de reflexión crítica: se refiere a la aceptación incondicional, sin examen alguno de los principios a los que se adhiere. Se trata en este caso de una mera sumisión a la autoridad.